sábado, 6 de febrero de 2010

COLABORACION


UN AÑO EN LOS 50, de Angel Martinez

En las frías mañanas del mes de enero,antes de que la luz del día envuelva las calles del pueblo y los rayos de sol calienten levemente la escarcha caída durante la noche. Se escucha un incesante murmullo y crujeteo de puertas, son los hombres que tras la noche de descanso, preparan sus animales para el día de trabajo que les espera. Estos hombres llenan el pesebre con la espuerta de paja y un cuartillo de cebada donde los mulos y burros se darán el primer festín matinal preparándose para el día de trabajo que les esperan. Mientras tanto se aparejan los animales y sobra un poco de tiempo para que en las calles empedradas del pueblo los vecinos hablen de sus cosas y sus asuntillos esperando a que las bestias acaben su pienso para emprender el camino al parral donde les espera un día de poda frío y austero en los abancalados y tortuosos terrenos de Ohanes. Sin dar tregua al día y sin esperar a que la mañana este clara se oye en todo el pueblo un ruido incesante y homogéneo,es el roce de las herraduras con las piedras de las calles, son los animales que se dirigen a su destino. Cuando salimos del pueblo, podemos fijarnos en el terreno escarpado, abancalado con balates perfectos y de cantos redondeados donde el poco espacio que queda en medio vemos las parras sin hojas y con todos sus sarmientos como si no se hubieran peinado y tuvieran el pelo revuelto entre alambres y espartos del año anterior. Pero eso durara poco porque los hombres de este pueblo se disponen a arreglar todo ese desorden podando esta vendita planta, quitándoles los sarmientos sobrantes y dejándole el más sano según el criterio de cada uno, el más conveniente para una buena cosecha, oyéndose en todo el campo el sonido inconfundible de las tijeras de podar cortando esos sarmientos sobrantes y dejándolos caer al suelo para su posterior recogida y quema. Y así día tras día hasta que todos y cada uno de los parrales de Ohanes no quede un sarmiento encima de los alambres que no sea para dar una buena cosecha. Terminada la poda se procede a la recogida de los sarmientos sobrantes, en esta tarea intervienen mas manos ,que son las de las mujeres y niños llenando de alegría la vega que se convierte en un hervidero de gente y de lumbres encendidas en los parátos para quemar los sarmientos y dejar limpios los parrales. Quedando una imagen en el campo en la que se puede ver pequeñas columnas de humo procedentes de las lumbres y un incesante ir y venir de colores hacia ellas que son las mujeres y los niños llevando los sarmientos de los paratos a las lumbres, quedando en el ambiente un olor a leña quemada junto con la sensación de aire puro y fresco que se respira en este pueblo. Cuando los paratos limpios de sarmientos y no entorpece nada en ellos solo la hierba crecida en el invierno los hombres y mujeres se dedican a atar sarmientos. Viéndose la imagen de hombres y mujeres con un manojo de esparto atado a la cintura y los brazos hacia el cielo juntando el sarmiento con el alambre para crear una preciosa armonía entre estos. Pero para que se puedan atar los sarmientos, antes los hombres han tenido que dedicar un tiempo precioso para la recolección del esparto, tratándose esta de traer el esparto de las esparteras o como se conocen en Ohanes de las lastoneras haciéndose manojos en el lugar de la recogida y gavillas para su traslado con los mulos a las balsas donde se meterán unos treinta días bajo el agua para su cocción y que no se rompa ni se roce a la hora de su utilización. La recogida del esparto tiene lugar en el mes de junio. La imagen que podíamos ver todas las tardes en el pueblo en la época de atar los sarmientos era la de los hombres machacando esparto en todas las calles, en sitios determinados había una piedra grande a una altura apropiada donde con una maza se cogía un manojo de esparto y se iba maceando hasta que este se convirtiera en hilachos con los cuales al día siguiente se ataban los sarmientos. Terminados los sarmientos, cuando la tierra se ponía, esto quiere decir antes de que la tierra perdiera el jugo, se levantaba el taperal que consiste en labrar el terreno que ha estado inmóvil desde antes de la recogida de la uva y se pueda airear la tierra. En esta etapa es donde los hombres miman mas a sus animales porque son los verdaderos protagonistas, se levantan temprano para darles el pienso de paja y cebada, aunque lo de levantarse temprano esta demás, porque estos hombres sea la época que sea se levantan temprano yo diría que muy temprano. Cuando el mulo ha comido cargan el arado en el mulo y a la vega para aprovechar toda la luz del día, ya en la vega se unce el mulo, que consiste en ponerle todos los aperos de labranza, y como no todo el día labrando descansando solo para comer algo al medio día y que la bestia recupere fuerzas con otro pienso de paja y cebada. Hay dos formas de labrar, una es con la ganga y otra con el par.la ganga consiste en labrar con una sola bestia y el par como su palabra indica con un par de mulos y como es normal cada forma tiene diferentes arreos, la ganga es con unos varales y el par con una yunta. Normalmente el taperal siempre se hace con el par. Pero no solo se labraban las parras ,también los almendros y los olivos que son otros cultivos que ayudan al sustento de estas gentes, viéndose así durante mucho tiempo las bestias arañando la tierra y aireándola interrumpiendo así el letargo que ha tenido estos meses. En el mes de febrero el pueblo se llena de un ambiente de crítica y a la vez de diversión, eso quiere decir que llega el carnaval. En ese tiempo la gente se inventa canciones y trajes especiales para pasar unos días de diversión. El carnaval en ohanes no solo se limitaba a los días de salida por el pueblo, si no que anterior a esto todas las noches se reunían para ensayar en alguna casa o local creándose así un ambiente de reunión y armonía entre los componentes de las comparsas y evadiéndose de una rutina diaria por medio de la música y las letras. El carnaval tenía lugar el domingo, lunes y martes, que era cuando las comparsas salían por el pueblo cantando y llenando de alegría este, la gente no se quedaba en sus casas sino que salía y seguía a las comparsas por todo el pueblo llenándose de gente la calle y dando a estas una alegría sin igual que hacía que estas fechas fueran especiales y únicas en ohanes. Las comparsas ivan de casa en casa donde se les había dicho anteriormente que se pasaran y allí el propietario de la casa les obsequiaba con vino, roscas y algunas que otras viandas preparadas para la ocasión. La comparsa seguía por todo el pueblo hasta que era la hora de encerrarse y dejarlo para el día siguiente. pero el carnaval no acaba en estos tres días sino que al domingo siguiente tendrá lugar el llamado domingo de piñata que consistía en que después de dar una vuelta por el pueblo cantando y bailando se reunían en un local y colgando una cesta llena de obsequios y de la cual colgaban muchos lazos, se disponían a bailar las parejas previa compra de un numero anteriormente para bailar un pasodoble debajo de la cesta y tirar de un lazo esperando a que este no se arrancara de la cesta, esto quería decir que la pareja había ganado la cesta. Con el dinero que la comparsa había sacado en su procesionamiento por las calles y casas del pueblo los días de carnaval, un fin de semana de los siguientes se hacían buñuelos y chocolate y se invitaba a todo el pueblo haciendo así completa y generalizada la fiesta, divirtiéndose al mismo tiempo los integrantes de la comparsa y el resto del pueblo dando fin otro año más a los carnavales de ohanes. Pero antes de que el carnaval invada el pueblo hay una tradición muy peculiar que es el jueves lardero, para sacar esta fecha se hace un cálculo muy sencillo: desde el domingo de ramos se cuentan cuarenta días hacia atrás y nos sale el miércoles de ceniza, pues el jueves anterior al miércoles de ceniza que normalmente suele caer a mediados de febrero antes del carnaval. Esta tradición consiste en que el jueves lardero la gente sobre todo los niños del colegio se reunían en un paraje fuera del pueblo para pasar un día de convivencia haciendo juegos, cantando canciones y comiendo en el campo. Al lugar se llegaba andando y se volvía de la misma manera forzando así la comunicación entre todos. Pasando el jueves lardero llegamos al domingo, lunes y martes de carnaval que lla hemos citado anteriormente y después el miércoles de ceniza que en Ohanes es tradición ir a la iglesia para que el párroco nos ponga la cruz de ceniza en la frente y así empezamos la cuaresma. Teniendo lugar al domingo siguiente el citado domingo de piñata. Al llegar la primavera a Ohanes cuando el campo se viste de blanco por la flor de los almendros y cuando en los sarmientos de las parras empiezan a romper las yemas de los tallos verdes , dando a entender que la parra empieza a resurgir de su letargo invernal, mezclando el marrón de la parra con el verde del tallo recién salido y la multitud de colores de las flores que provoca la primavera dando lugar a una vista bellísima de la vega de Ohanes .en el pueblo se huele a semana santa, tiempo de recogimiento y tradición cristiana.la semana santa en el pueblo es muy peculiar empieza el domingo de ramos, donde se procesiona con las ramas de palma y olivo, dejando la siguiente procesión hasta el jueves santo. En esta semana hay una comida que es típica en ohanes ,el potaje de panecillos y los buñuelos . el jueves santo se sale posesionando con el padre Jesús y la dolorosa dando una vuelta completa al pueblo. Tradicionalmente mientras se procesiona se vela el altar y cuando acaba la procesión se sigue velando toda la noche y el día siguiente hasta la procesión del entierro, los encargados de velar son los hermanos de las hermandades de la virgen, san marcos y el corazón de Jesús. El viernes sato se procesiona con el sepulcro y la dolorosa, en la procesión durante el recorrido hay unos altares hechos de flores y macetas donde el sepulcro descansa y es bendecido. El viernes a las doce de la noche procesiona la dolorosa en el silencio en la que si alguien está dispuesto le cantara una saeta en su recorrido. Acabamos la semana santa con la misa de resurrección que tiene lugar el sábado a las doce de la noche en la iglesia, finalizando así la pasión de Cristo en Ohanes. Entre tanto hay otra tradición que se llama tiro al pollo y consiste en enterrar un pollo hasta el cuello dejando la cabeza fuera y con una piedra a una distancia determinada intentar darle al pollo. Para conseguir esta piedra tenias que pagar una cantidad de dinero por cada tiro, esto se hacía en el artillo y era el punto de reunión de los hombres en las tardes de fiesta. Mientras tanto en la vega los brotes de las parras se han convertido en tallos pequeños que le dan a los parrales un verde claro de tallo reciente y formando poco a poco un manto que caracteriza al parral. Los hombres de ohanes mientras limpiando las haciendas, cavando la hierba y adecuando los parrales preparándose para lo que llega en estas fechas que es algo importante. En el mes de abril era habitual ver a los niños con un palo y una cuerda jugando al toro porque este mes es el mes de SAN MARCOS. Se empieza trayendo al santo desde tices que es su santuario hasta ohanes, normalmente se hace en domingo, la gente se reúne en tices ,comen y echan un rato de ocio en la ermita y alrededores , para que a las cinco de la tarde se diga la misa al santo y se trae hasta ohanes en procesión y rezándole una salve en cada punto ya establecido en el camino, cuando llega al pueblo es una fiesta, lo esperan en la entrada la gente que por cualquier causa no ha ido a la ermita ,se le reza una salve en el puerto y se lleva a la iglesia para dejarlo allí hasta el veinticinco de abril que es su día y procesionara por el pueblo. Las semanas y días anteriores a la fiesta todas las tardes se torean toros en el motor llenando las tardes de abril de un poco de diversión después de un día de trabajo en el campo. Tres días antes de la fiesta los mayordomos junto con la gente del pueblo hacen los roscos de san marcos que se cocerán en la panadería y se dejaran en capachos hasta el día de la procesión que se repartirán entre todos los asistentes a esta. También los días anteriores los mayordomos se dedican a recoger lo que se llama la caridad de san marcos que consiste en ir casa por casa recogiendo un dinero que cada vecino da para que se pueda costear la fiesta y todos sus gastos, harina, velas, cohetes, flores, etc. los días anteriores hay unas misas que se llaman novenas dedicadas al santo y cada cual le ofrece lo que quiere y puede. Por fin llegamos al 25 de Abril día de San Marcos, por la mañana se celebra una misa en honor al patrón, donde van las persona que por cualquier causa no va a asistir a la procesión o no quieren ir por cualquier motivo y las personas que quieren escuchar misa, seguidamente se realiza la procesión encabezada por los toros a los cuales hay que hacerle una reverencia ante el santo en ocho puntos diferentes del recorrido. La reverencia consiste en coger el toro por los cuernos y arrodillarlo delante del santo a la altura de la banderola, así a cada toro en las ocho reverencias. Detrás del santo van los animales domésticos que cada cual quiera llevar a la procesión para que el sato los bendiga, normalmente son mulos y burros ataviados con sus mejores monturas y adornados con aparejos vistosos, al cabo de cada reverencia el santo se vuelve mirando a los campos y se bendicen , al final del recorrido el cura bendice a los animales, a los campos y a todos los presentes desde la escalinata de la iglesia, llevándose a continuación el santo dentro de esta y procediendo a cantarle una salve para después hacer el reparto de los roscos en las puertas de la iglesia finalizando la jornada con un ponche en la plaza del pueblo. Durante el recorrido de la procesión las casas mantienen sus puertas abiertas dándole al visitante y al autóctono un escape para poder esquivar a los toros que carrera tras carrera andan por el recorrido y en el interior de algunas de las casas se ofrece ponche y Abas a todas las personas que quieran, proporcionando así refresco a los mozos que son los encargados de llevar los toros. Los roscos además de comérselos los asistentes a la fiesta, en cada familia se lo daban a los animales que en esa casa habitan porque según la tradición dan salud y suerte. Dejando uno siempre colgado o guardado en algún lugar de la casa. Al finalizar la carrera se les daba a los mozos que mas reverencias le habían hecho al toro o más valientes habían sido una rosca llamada rosca de san marcos para premiar su valor y esfuerzo. A las pocas semanas después en un domingo se hace una misa y se lleva al santo de vuelta a la ermita de tices con el mismo ritual que a la traída haciendo una despedida con una salve en el puerto y en el camino unas salves en los puntos establecidos, quedándose el santo en la ermita de Tices todo el año hasta el próximo San Marcos. Mientras tanto los parrales siguen su curso y su crecimiento, viéndose las parras con más verdor y siendo el paisaje bellísimo para el disfrute de la vista. Los hombres y mujeres de Ohanes siguen con su vida diaria cuidando sus tierras, sus animales, sus negocios y sus casas. En el campo los tallos ya dejan ver la muestra o racimos pequeños que nos dicen si la cosecha se presenta buena o mala. Los parraleros arman el riego que consiste en hacer las regaeras necesarias para que al regar las fincas el agua llegue a cada planta, por este terreno se riega a manta que consiste en mojar todo el parato y filtrar un rato el agua en él. El control del riego se hace por medio de tandas que consiste en almacenar el agua durante la noche en balsas para por el día regar, empezando desde arriba hacia abajo y cuando llega al final de la jurisdicción se empieza de nuevo evitando así que ningún parral se quede sin regar, tardando cada tanda unos 30 o 40 días. El sistema de riego que tenemos en Ohanes es heredado de los Árabes y está basado en un increíble circuito de acequias que llegan a cada uno de los parrales del pueblo. Luego en sitios determinados nacen fuentes que se aprovechan en pequeños embalses y abasteciendo un pequeño terreno aliviando así también la tardanza de las tandas. Existe un sistema de regeneración de aguas subterráneas que consiste en que en el invierno cuando no se riega el agua procedente del río se mete en dos acequias que se denominan de los careos y como su nombre indica esa agua sobrante se carea en la sierra y en la parte alta de la montaña para que se filtre y llene esas bolsas de agua subterránea que alimentan a las fuentes naturales que hay esparcidas por toda la vega de Ohanes, evitando que toda el agua del invierno se desperdicie río abajo y no sea de provecho. Cuando llega Mayo los niños que están en edad de hacer la comunión, el día del Corpus la hacen, este día se celebra una misa y se hace una procesión por el pueblo con el Corpus. Existe una tradición que consiste en vestir las fachadas de la casas con sabanas y colchas y hacer unos altares de macetas y flores que cuando el Corpus pasa son bendecidos llenando las calles de color y vida en un día tan especial para los niños. Antes había una tradición que consistía en sacar a San Juanillo en procesión y los niños de comunión posesionaban con el santo que era la imagen de un niño, al termino de todo esto a los niños que hacían la comunión se les daba un chocolate para celebrar su día de comunión. Ligado a todos estos eventos el campo sigue su curso aumentando día a día su verdor y dando a conocer la cosecha que ese año dará la parra, la muestra se alarga poco apoco y dando la forma de racimo para que en el mes de junio se polinice mediante el azahar.los hombres de esta tierra no dejan ni un solo día de ir a la vega manteniendo limpias las tierras, cavando sus orillas, quitando la malas hierbas, levantando los balates que por algún motivo se han caído en el invierno, preparando los brazales para que el agua llegue a su destino sin ningún problema. En esta época tú te paseas bajo el parral y puedes observar el cuido y el mimo con que los hombres tratan este cultivo. Llega la hora de regar las parras para evitar que el cultivo pierda una pizca de calidad o alguna parra le falte un poco de verdor. El problema que tiene la uva de Ohanes es que necesita que la polinicen porque por si sola o por medio de insectos no es posible que se realice esta acción. Por eso en cada parral siempre hay una parra diferente a las demás, que se llama parra de azahar, que cuando llega el mes de junio se vuelve como un árbol de navidad, verde por los pámpanos y amarillo por los racimos como si de tiras de navidad se tratase. Llega la hora de dar azahar o como también es conocido dar castizo, consiste en coger la flor de esta parra y hacer manojos para después colocarlos en una caña e ir racimo por racimo dándole con el manojo colocado en la punta de esta, esta acción hay que repetirla un día sí y otro no hasta que el racimo de la parra cuaje. Por eso no es extraño y si habitual ver a los hombres y mujeres de Ohanes ir todos los días al parral para dar azahar, llenándose los caminos y los parrales de vida y movimiento, en esta época la actividad de la gente esta principalmente en el campo. Los parrales no dejan de crecer viéndose así que toda la vega se ha convertido en un tupido manto verde, no dejándose ver ni los balates ni los caminos, solo un verde que invade toda la vega y que gratifica a la vista con su belleza. Cuando el racimo ha cuajado la uva se nota día a día como va engordando y dando forma a un racimo que en su día será la alegría de la mesa en la casa de muchos. Mientras tanto los hombres no cesan en sus labores, eliminando los pámpanos que sobran e impiden que el racimo crezca y tome la luz necesaria, guiando los tallos nuevos que cuelgan de las parras, eliminando los que según el criterio del agricultor sobran por algún motivo, segando orillas, etc. En esta época se puede ver siempre en el suelo del parral un manto de pámpanos que le da un color y un sonido peculiar a la finca, al caer los pámpanos al suelo se secan y cuando se anda por encima de ellos oímos el crujeteo de la materia seca, oyéndose en cada momento el movimiento que el agricultor hace en la finca o cada uno de sus animales. Siguiendo la vida en Ohanes llega San Juan fiesta del agua, los niños y los no tan niños la noche de San Juan se dedican a echarse agua uno a otros como diversión o como costumbre, el pueblo se ve húmedo y lleno de agua por todos lados. El día de San Juan se hace una excursión a algún lugar del pueblo y una vez allí se disfruta de un día de convivencia y diversión, esta misma acción también se hace en San Pedro y Santiago fortaleciendo aun más los lazos entre vecinos y olvidándose un poco del trabajo duro de las parras. Se nota el calor del verano en el ambiente, un sol que quema y abrasa pero que gracias a las parras se puede sofocar metiéndose debajo porque con su manto verde no dejan pasar los dañinos hacia dentro proporcionando una sensación de frescor y alivio al estar en un parral. Pero para calmar ese sofocante calor las gentes de este lugar especialmente los jóvenes le dan un giro diferente a la hora de la siesta y es bañarse en la cantidad de balsas que hay en las fincas, viéndose en el verano casi todas las balsas a la hora de la siesta llenas de gente refrescándose y divirtiéndose. Llega agosto la uva sigue con su proceso de maduración, engordando y tomando forma poco apoco y los hombres ayudándola a ello con su cuido incesante, las mañanas y las tardes de Ohanes en las que el viento y el aire dejan paso a la calma, se puede ver como en determinados sitios del manto verde sale una pequeña nube de polvo amarilla como si alguien estuviera quemando algo pero no es así son los hombres azufrando el parral para evitar que el virus de la ceniza eche a perder la cosecha que se presenta ya próxima. Cuando agosto llega a su mitad la gente del pueblo se dirige hacia Tices porque es el día de la Virgen de Consolación, todos y cada uno de los Ohanenses y gentes llegadas de otros lugares que procesan una devoción sin igual a la Señora se dirigen a pasar una noche de oración y reflexión en la ermita y también porque no una noche de alegría, convivencia y fiesta porque de todo requiere el cuerpo. La noche consta de varios rezos, misas y de una procesión que se realiza en la madrugada y que su recorrido es desde la ermita hasta la fuente de Martin y vuelta a la ermita en la cual se canta y se reza durante todo el recorrido. En la noche no para el incesante ir y venir de peregrinos y devotos de diferentes lugares especialmente de Ohanes a la ermita, cada cual con sus peticiones, sus ofrendas o cualquier otra intención que lleven para con la Virgen. Cuando la mañana se hace clara el ir y venir de la gente es mayor llenándose por completo la ermita y los alrededores para ir a la misa de la Señora que el 15 de agosto es su gran día. A las 12 aproximadamente es la misa, que se da a conocer con el repique de campanas, dejándose oír desde todos los puntos de Tices y haciendo que la gente se agrupe en la ermita para escuchar los actos en honor a la Virgen de Consolación. Acabada la misa la gente se reúne con sus familias y amigos dirigiéndose a algún lugar del campo donde una buena sombra los cobije y puedan darse un buen festín con los suyos, esperando a que den las 5 de la tarde para trasladar a la Señora al pueblo como es tradición. A las 5 todos se reúnen y cogen a la Señora y la encaminan hacia Ohanes, rezándole una Salve en la ermita y otras en el camino hacia el pueblo, viéndose una imagen preciosa de gente y animales cargados con capachos y otros arreos. Al llegar a Ohanes la gente que no ha podido ir acompañándola por el camino la reciben en el puerto para rezarle otra Salve y llevarla a la iglesia donde se quedara un tiempo con las gentes de Ohanes y poder homenajearla en septiembre. Mientras tanto los parrales se tornan mas verdes que nunca como queriendo decir que la cosecha esta próxima y las uvas siguen engordando y dando un aspecto a los parrales como si de una feria se tratase siendo estos los farolillos que cuelgan. Los racimos se muestran apiñados unos a otros tomando un color rubio que encanta a la vista del agricultor. Pero este no se puede descuidar porque si algún virus u otro agente tomasen el parral, el trabajo de todo un año se echaría a perder y por ello los hombres siguen regando, azufrando, curando y limpiando los pámpanos sobrantes para que en la recolección de la uva la suya sea la de mayor calidad y tenga mejor venta. En septiembre especialmente en los días 6,7 y 8 el pueblo vuelve a vestirse de gala para celebrar las fiestas en honor a la patrona donde por 3 o4 días la gente se olvidara de los trabajos en el campo y en otros quehaceres para pasar unas buenas fiestas y prepararse para la faena que implica un gran esfuerzo y desgaste físico para todos. Las fiestas de la Virgen constan de muchos eventos de diferente índole, pero el principal es la procesión de la Virgen que tiene lugar el día 8 de septiembre a las 12 de la mañana, que recorre el pueblo entero y acaba en la iglesia culminando así las fiestas y dando paso a la recolección de la uva o también llamada FAENA. En el mes de septiembre los caminos y parrales de Ohanes se llenan de una alegría especial, se podían ver las bestias cargadas con las exportadora, los barriles, las sillas, el cesto del avío y sobre todo un sentimiento común entre todos los hombres y mujeres que es la esperanza de que este año fuese un buen año y las parras proporcionaran una buena cosecha porque eso significa que todos tendrían un buen año, unos por la cosecha y otros por los jornales que esta les brinda. La faena comenzaba a principios de septiembre y terminaba a finales de noviembre. Este periodo era muy esperado por todos por que proporcionaba a los hombres y mujeres del pueblo y alrededores una oportunidad no muy habitual de ganar unos jornalillos, pero también creaba una incertidumbre entre estos ya que en la época del año que nos encontramos el tiempo no perdona y un día de tormenta puede echar a perder todas las ilusiones y esfuerzos puestas en la faena. La faena se hacía debajo del parral, en los porches de los cortijos y en ocasiones en las casas de los parraleros o directamente en las calles del pueblo. Cuando pasaban las primeras horas de la mañana los cortadores comenzaban a cortar los racimos de las parras, esto se hacía para evitar que el racimo estuviera húmedo por el rocío de la noche, y las colocaban en cajas en el suelo para que después los acarreadores las llevaran donde estaban las limpiadoras, estas se colocaban una tras otra sentadas en sillas dando una vista peculiar en el parral, una vez que la uva llegaba a las limpiadoras estas con unas tijeras de punta redonda y pequeñas limpiaban las uvas podridas y las apedreadas dejando el racimo limpio y bonito a la vista listo para que las envasadoras sentadas delante del barril lo metieran en estos, llenando el barril con barias capas de racimos y a su vez con barias capas de aserrín haciendo un colchón compacto para que la uva no sufra en su transporte, seguidamente los tapadores lo sellaban y marcaban dejándolo listo para su transporte y veta. En esta parte del proceso intervienen las bestias que las podíamos ver por los caminos empinados y escarpados de Ohanes con 4 o 6 barriles a lomos, era habitual ver a un hombre con tres o cuatro bestias a reata transportando los barriles del parral al pueblo donde los estaban esperando los camiones para cargarlos y llevárselos al puerto de Almería donde embarcaban para su destino en un punto muy distante de Ohanes tal como Inglaterra, Estados Unidos, Rusia, etc. El sobrante de las uvas que las limpiadoras dejaban se llamaba granuja, que se vendía a menor precio para hacer vino y los parraleros que no las vendían, en prensas del pueblo o incluso en los jaraíz que habían en muchas casas las pisaban y hacían el zurrache que es un vino de baja graduación y de un sabor peculiar acompañando así la uva al agricultor todo el año en sus labores para con las parras y en las fiestas. También se cogían racimos de uvas y se ataban con esparto para después colgarlos en una caña del techo y como la uva de Ohanes se caracteriza por su larga duración sin perder sus características en las casas del pueblo siempre había uvas medio año después de que la faena hubiese acabado y el fruto recolectado. Pero no solo estaba la faena sino que a la par de esta se tenían que recoger las almendras que se habían estado forjando al mismo tiempo que las uvas pero sin tanta dedicación por parte de los agricultores puesto que este cultivo se producía en secano y no se precisa tanto cuido como el parral. Podíamos ver a los hombres y mujeres yendo a los secanos con los fardos y los varales para abarear las almendras y recogerlas con los fardos, este trabajo era más agotador puesto que en los secanos las sombras escaseaban y el sol cruje de pleno no siendo un impedimento para la recolección de este fruto. Pasado el tiempo de recolección de los frutos que esta vendita tierra nos da, hay que agradecer a la Virgen lo bien que se ha portado con sus gentes y por lo tanto se hacia la Octava, que consiste en hacer una procesión en honor a la Virgen y en agradecimiento a la cosecha obtenida, teniendo lugar un domingo y volviendo a recorrer nuestra Señora las calles de Ohanes para que al domingo siguiente se la traslade a su ermita donde permanecerá hasta el 15 de agosto del siguiente año que volverá otra vez a ohanes como dicta la tradición. Mientras tanto el campo se va empalideciendo perdiendo el color verde de su manto y tornándose en un color amarillezco que nos indica que las hojas se caen y el invierno desnudara todas las plantas dejándonos ver los balates, acequias y caminos por donde han pasado las uvas y las gentes en su batallar por sacar adelante una cosecha que es el sustento del pueblo. El tiempo que nos espera de ahora en adelante es frio y austero, pero para eso las gentes de Ohanes llevan mucho tiempo criando un marrano para que en estas fechas se pueda hacer la matanza del cerdo, son fechas en las cuales las familias se reúnen para realizar un ritual que se viene haciendo desde hace mucho tiempo para hacer viandas, embutidos y los jamones que darán alimento a las familias durante un tiempo. Había una tradición arraigada en el pueblo que ya se perdió y consistía en soltar un marrano por el pueblo, la gente lo alimentaba y cuidaba para que al llegar estas fechas se hiciese una rifa para sortear el marrano y que la tocara a alguna familia. Este marrano tenía el nombre del marranico de San Martin. Acabando las matanzas llega el tiempo de tranquilidad y paz, llega la Navidad, donde las familias se reúnen para celebrar el nacimiento de Jesús y reunirse en las casas para pasar la noche buena y el año nuevo y que lleguen los reyes, que en Ohanes se celebraban vistiéndose de reyes y dando una vuelta por el pueblo para acabar en la casa sindical y hacerla regalos a los niños, muñecas para las niñas y camiones para los niños. Acabando aquí un repaso por todo un año de mi pueblo y de un cultivo que siempre lo ha abanderado, la uva.

Angel Martinez Martinez

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