Teniendo por regazo del río una orilla ,
con el dejo indolente de un sultán ,
prisionero entre parras OHANES brilla ,
pueblo resplandeciente, que maravilla ,
Como la paloma inmensa que alzar pretende ,
por escalar las nubes su raudo vuelo ,
abre así sus dos alas y las extiende ,
en rantoque , cautiva , los aires hunde,
en su iglesia gigante , retando al cielo .
Cunado el pueblo en rayos de luz se inflama ,
aureola tonos le prestan a sus campos ,
las parras que acarician del sol la llama ,
y de un confín a otro llego la fama
de las uvas que dan sus parras.
Pueblo que con sangre su historia graba ,
no es fácil que el ultraje dócil resista ,
nunca mintió con hechos su estirpe;
y sus calles no recuerdan al estar empinada
la larga estancia de los moros en España.
No importa que al pueblo que brinda amores
logre ponerle cerco la desventura ,
andaluz que viste con flores
no han de fartarle nunca cien trovadores
para cantar las galas de su hermosura.
Una enamora de Ohanes .
No hay comentarios:
Publicar un comentario